COMPRENSIÓN FUNCIONAL DE LA LLAMA VIOLETA
La fuerza de la Llama Violeta es una fuerza de vida. Esto significa que actúa constantemente en nuestra existencia, con o sin que lo percibimos conscientemente. Por ende, ella tiene una funcionalidad concreta, vital. Un aspecto de su funcionalidad podemos resumir bajo el concepto de “transmutación y libración”.
¿Cómo podemos comprender la función concreta de “transmutación y liberación”?
Vamos a revisar un ejemplo cómo actúa la fuerza de Llama Violeta en nuestro cuerpo.
Todos tenemos riñones. Ellos son órganos cuya correcta actividad es imprescindible para vivir. Los riñones están situados en la parte posterior del abdomen, una a cada lado. El riñón derecho se encuentra posterior al hígado, y el izquierdo debajo del diafragma, junto al bazo.
Su estructura es una compleja red de vasos sanguíneos y túbulos que se encargan del filtrado de la sangre para formar la orina. Toda la maquinaria de formación de orina se realiza por medio de un proceso que incluye la filtración, reabsorción y excreción.
Se filtra cerca de 1 litro de sangre al minuto en los riñones generando así alrededor de 180 litros de “filtración primaria” diariamente. Esto es nuestra “primera orina”. Estos 180 litros pasan por el sistema de túbulos donde los riñones reabsorben todos los elementos (agua, electrolitos, azucares) que necesitamos conservar porque son componentes esenciales para vivir. Los otros elementos que ya cumplieron una función en nosotros y que necesitamos liberar para sostener una vida sana son resultado de un proceso metabólico (urea, ácido úrico, nitrógeno, amonio, algunas sales). Ellos liberamos con agua llegando a un total de 1,5 litros de “orina final” por día.
De este modo los riñones cumplen las siguientes funciones vitales:
· Excretar sustancias de desecho a través de la orina reintegrándolos al ciclo vital.
· Regula el volumen de sangre en nuestro cuerpo, calibrando que tengamos la cantidad de agua y presión arterial idónea.
· Regula la concentración de sales como sodio, potasio entre otros en la sangre permitiendo el adecuado funcionamiento de todos los órganos, particularmente de cerebro, corazón y músculos.
· Mantiene la correcta concentración en la sangre (osmolaridad) que constituye una fuerza de cohesión interna.
· Controla el equilibrio ácido-básico del cuerpo manteniendo el pH de la sangre estable que es una fuerza esencial para el preciso movimiento de aguas y electrolitos entre los diferentes espacios de nuestro cuerpo (células, órganos y sangre) para que cada uno tenga exactamente la consistencia que necesita.
La cantidad de trabajo de nuestros riñones es muy grande: en 5 minutos pasa la totalidad de nuestra sangre por ellos para ser revisado y ordenado por este gigante proceso de discernimiento y adecuación de sus elementos para el correcto funcionamiento de todo el cuerpo. Es una constante renovación.
De esto modo podemos observar de manera concreta cómo nuestro cuerpo canaliza y expresa la fuerza de la Llama Violeta en cada segundo de nuestra existencia transmutando y liberando las creaciones ya no funcionales para preservar el correcto funcionamiento de cada parte del cuerpo.
Esto es un proceso de lo cual somos poco conscientes: el riñón no hace ruido, funciona en todas las posiciones de nuestro cuerpo, despierto o durmiendo. Nosotros nos fijamos habitualmente en esta fuerza vital nuestra frente la ausencia de su correcto funcionamiento, cuando hay dolores, infecciones o deterioro. En cambio, podemos hacernos hoy conscientes de la fuerza que poseemos e integrarla a la vida cotidiana. Por ejemplo, cuando vamos al baño para orinar o cuando tomamos un vaso de agua sentir el funcionamiento de liberación y renovación.
Aplicando las enseñanzas e nuestro Maestro Saint Germain, frente a la funcionalidad de nuestro cuerpo y la acción de la alma Violeta, nos encontramos, entre otras muchas, con:
1- “la vida, donde quiera que se manifieste es dios en acción” en nuestro cuerpo tenemos una múltiples expresiones y fncionalidad de la vida, por lo tanto ninguna fuerza espiritual o divina es ajena a el, es más, nosotros como seres humanos tenemos la facultad de poner en movimiento la vida, por medio de nuestros pensamiento, sentimientos y deseo, que son componentes vitales de nuestra existencia terrenal y cósmica o divina. El agua es un canal de vida que tiene múltiples funciones en el conglomerado vital que permite la manifestación de ella. Por lo tanto, el agua es una acción divina dentro de nuestro cuerpo y su función, entre otra muchas, es purificar, limpiar, trasmutar en forma física los elementos que se requieren para una expresión perfecta de ella.
2- El gran principio de unidad, que nos indica que TODO ES UNO, donde los diferentes componentes vitales se requieren uno a otros para sostener la vida. Es importante comprender esto, porque lo que llamamos espiritual o fuerzas espirituales son parte de un todo que permite que la vida se manifieste y exprese en nuestro plano físico con todos sus componentes. Esta fuerza tiene una funcionalidad especifica en nuestro cuerpo, donde cada órgano es un punto focal de cada una de ellas.
Podemos concluir que el agua es una tremenda fuerza de trasmutación, reforcémoslo con este ejemplo. Cuando nuestra manos están sucias, las lavamos con agua y no solo limpian de la suciedad sino que nos dejan un sensación de purificación, de armonía con nuestro cuerpo, lo mismo pasa cuando nos duchamos, es una completa renovación en varios planos, en el físico en sentimental, que nos habilita para un nuevo procesos funcional. Cada vez que bebamos agua nos aseemos con ella sintamos la trasmutación de la Llama Violeta actuando para nuestro bienestar.
Un tema trascedente son las lluvias, es una gigante manifestación de la vida, que cubre las necesidades vitales, que limpia nuestra atmosfera, trasmuta la contaminación y nos abastece de agua, es una potente función de la llama Violeta Transmutadora
